miércoles, 4 de enero de 2017

Cojín de lactancia.

Todos hemos oído hablar sobre los cojines de lactancia, todos sabemos lo que son, pero nadie sabemos realmente la falta que nos hacen hasta que probamos uno.

En ese mismo instante ya no puedes vivir sin el, se convierte en una prolongación más de tu cuerpo, de tu barriga. Un complemento indispensable durante todo tu embarazo.

Para las rara avis que aún no sepan lo que es un cojín de lactancia es un accesoria de diferentes formas y longitudes, con rellenos más o menos rígidos diseñados para soportar al bebé y colocarlo en la postura correcta a la hora de comer.
En la postura normal nos deja descansar los brazos y no tener que estar sujetandolo durante las largas tomas y poder descansar tanto lumbares como cervicales.

Usualmente hay dos tipos diferentes, los pequeños, en forma de U, que son como las almohadas de viaje para el cuello, pues ese estilo. Yi los grandes, en forma de churro o de serpiente que, éstos últimos, en algunos lugares se llaman también cojines de embarazo. Generalmente vienen con fundas lavables así que no hay problemas de higiene

Yo era un poco excéptica, ya sabéis que yo estuve en modo hiper ahorro durante todo el embarazo y me resistía a comprarlo porque pensaba que no iba a ser tan imprescindible como la gente y la matrona decían.

Madre mía, cuando la barriga empezaba a hacerse notable, a pesar y a molestar a la hora de dormir me dí por vencida, encontré uno por 20€ y no me dolió tanto, pero por Dios, si pudiera volver al pasado me la compraría desde el primer momento, que gustazo.

No sabéis hasta que no lo probáis lo que es la comodidad.

Yo compré el grande, el de metro cincuenta. Yo me metía en la cama, me ponía de lado, y el cojín iba desde mi entrepecho, debajo la barriga, entre las piernas hasta las rodillas.

Oh, maravilla, maravillosa, yo la única manera que tenía de dormir era de lado, pero apoyando la barriga en el colchón porque si no me pesaba demasiado y tiraba de la zona de las costillas, así que acababa con un retorcimiento en la zona lumbar que no era humanamente soportable, así que por favor, no sufráis a lo tonto, haceros con uno. Después lo podéis usar como chichonera, como propio cojín de lactancia y para todo lo que se os ocurra.

Vosotras tenéis uno?, cómo os ha ido con él?

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