Todos
hemos oído hablar sobre los cojines de lactancia, todos sabemos lo
que son, pero nadie sabemos realmente la falta que nos hacen hasta
que probamos uno.
En
ese mismo instante ya no puedes vivir sin el, se convierte en una
prolongación más de tu cuerpo, de tu barriga. Un complemento
indispensable durante todo tu embarazo.
Para
las rara avis que aún no sepan lo que es un cojín de lactancia es
un accesoria de diferentes formas y longitudes, con rellenos más o
menos rígidos diseñados para soportar al bebé y colocarlo en la
postura correcta a la hora de comer.
En
la postura normal nos deja descansar los brazos y no tener que estar
sujetandolo durante las largas tomas y poder descansar tanto lumbares
como cervicales.
Usualmente
hay dos tipos diferentes, los pequeños, en forma de U, que son como
las almohadas de viaje para el cuello, pues ese estilo. Yi los
grandes, en forma de churro o de serpiente que, éstos últimos, en
algunos lugares se llaman también cojines de embarazo. Generalmente
vienen con fundas lavables así que no hay problemas de higiene
Yo
era un poco excéptica, ya sabéis que yo estuve en modo hiper ahorro
durante todo el embarazo y me resistía a comprarlo porque pensaba
que no iba a ser tan imprescindible como la gente y la matrona decían.
Madre
mía, cuando la barriga empezaba a hacerse notable, a pesar y a
molestar a la hora de dormir me dí por vencida, encontré uno por
20€ y no me dolió tanto, pero por Dios, si pudiera volver al
pasado me la compraría desde el primer momento, que gustazo.
No
sabéis hasta que no lo probáis lo que es la comodidad.
Yo
compré el grande, el de metro cincuenta. Yo me metía en la cama, me
ponía de lado, y el cojín iba desde mi entrepecho, debajo la
barriga, entre las piernas hasta las rodillas.
Oh,
maravilla, maravillosa, yo la única manera que tenía de dormir era
de lado, pero apoyando la barriga en el colchón porque si no me
pesaba demasiado y tiraba de la zona de las costillas, así que
acababa con un retorcimiento en la zona lumbar que no era humanamente
soportable, así que por favor, no sufráis a lo tonto, haceros con
uno. Después lo podéis usar como chichonera, como propio cojín de
lactancia y para todo lo que se os ocurra.
Vosotras
tenéis uno?, cómo os ha ido con él?
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